sábado, 15 de septiembre de 2012

LLEGAR A VIEJOS

Según dicen las estadísticas, la ESPERANZA DE VIDA, en Europa, ronda los 80 años (haciendo una aproximación a la media entre hombres y mujeres) Y yo me pregunto: a qué se llama esperanza de vida, en realidad ¿? Si se trata de cumplir años, de arrancar las hojas del calendario sin más, de acuerdo...
El número de ancianos aumenta cada día. No hay más que pasearse por las calles y parques de cualquier ciudad, para darse cuenta de éste envejecimiento de la población. Los avances médicos han hecho que ahora, no nos muramos, de una neumonía, por ejemplo. La medicina trata de salvar al paciente, a toda costa. Esto es normal. Pero a qué precio ¿? Es lo mismo esperanza de vida, que calidad de vida ¿ Evidentemente, NO. Acaso, nuestros mayores, llegan hoy, a ser octogenareos, disfrutando de  su existencia ¿? Muy pocos.  Son numerosísimos los que padecen enfermedades crónicas, que les impiden desde caminar, hasta lo que es peor, pensar. Las enfermedades degenerativas   (tanto físicas, pero sobre todo, mentales) aumentan de manera alarmante. En muy duro morirse jóven, pero es más triste, no recocer a tus seres queridos, no saber quien eres, ni LO que eres. La Demencia Senil y el  Alzheimer, constituyen una autentica plaga del siglo XXI.
De otro lado, están los personajes públicos. Aquellos famosos actores, cantantes, políticos que un día admiramos y que el paso del tiempo y la libertad informatíva,  baja del pedestal, dejando al descubierto vicios y miserias que no imaginabamos. También, sus propias acciones: bodas, divorcios, declaraciones, destapan sus miserias, destruyendo al mito, tirando por el suelo, a golpe de cheque bancario, al personaje admirado y respetado. Por eso identifico envejecimiento con decadencia. No sé lo que será de mí. Si llegaré a anciana o no, pero mantengo la idea de que hay que morir a tiempo y dejar buen recuerdo.

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